- Por Cristian Guajardo
- abril 17, 2024
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La empresa fue desarrollada por jóvenes investigadores de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad de Talca, que forma parte del Consorcio Sur-Subantártico Ciencia 2030 (Ci2030).
El país carioca representa un cuarto del mercado mundial de plaguicidas y otro cuarto corresponde a Estados Unidos, donde también están en proceso de registro.
A partir del próximo mes comenzarán a comercializarse en Brasil soluciones de control biológico para plagas agrícolas desarrolladas por la empresa chilena Bio Insumos Nativa a partir de microorganismos identificados en el país. La empresa fue creada hace veinticinco años en el Laboratorio de Sanidad Vegetal de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad de Talca, hoy parte del Consorcio Sur-Subantártico Ciencia 2030 (Ci2030).
«Partimos en el año 1998 cuando junto con un compañero de la universidad presentamos un proyecto al Fondo Innovación Agraria (FIA) para desarrollar cepas nativas de microorganismos para el control de plagas y enfermedades agrícolas. El objetivo era buscar cepas de microorganismos en ambiente silvestre, un enfoque completamente innovador en Chile en ese momento», detalla Eduardo Donoso, ex-alumno de la Universidad de Talca y director de Bio insumos Nativa.
En aquel entonces, el control biológico en la agricultura chilena dependía principalmente de productos importados. «Generamos cepas de microorganismos en la Universidad de Talca hasta el año 2001. Al finalizar el proyecto, dos excompañeros de la U, Gustavo Lobos y Pablo Escobar, quienes trabajaban en agricultura orgánica, quienes participaron del proyecto original e su validación comercial. Esto nos llevó a fundar Bio Insumos Nativa en 2002 para comercializarlos», continúa Donoso.
Clave para su expansión ha sido la relación estrecha que mantienen con la Universidad de Talca, a la que licenciaron la cepa de microorganismos. «El primer año nos prestaron laboratorio e infraestructura. Ahora pagamos un royalty por el uso de los microorganismos. Esta relación nos ha mantenido vinculados y nos ha permitido realizar ensayos con profesores de agronomía y colaborar en tesis con expertos en biología», destaca el investigador.
El mayor impulso llegó en 2006 al asociarse con un distribuidor de productos agrícolas, lo que les permitió entrar en la agricultura convencional, expandiendo su mercado y respondiendo a la creciente demanda. «En 2012 comenzamos a exportar, partiendo con República Dominicana. Ahora estamos vendiendo en prácticamente todos los países de América, o al menos en proceso de registro”. Esto porque los plaguicidas se comercializan con los mismos resguardos que los medicamentos y por eso, antes de su aprobación, requieren de ensayos de toxicidad, de eficacia y otras condicionantes.
Uno de los hitos más recientes es la obtención del registro en Brasil, que representa un cuarto del mercado mundial de plaguicidas. También está avanzada la introducción en Estados Unidos, que representa otro 25% del mercado, donde actualmente se encuentran en proceso de registro.
“Hoy somos la empresa de control biológico más grande en Chile y debemos estar entre las diez más importantes del mundo. Aunque en Estados Unidos todavía no vendemos plaguicidas, ya nos autorizaron la venta de dos productos bioestimulantes”.
Procesos únicos
El sujeto de investigación son microorganismos, hongos y bacterias que se aíslan de la naturaleza, se caracterizan y se reproducen en laboratorio en fermentadores gigantes. “La producción de microorganismos es como la de la uva. Tú tienes uvas y las puedes transformar en vino, en champán, en pisco o en chicha”, explica.
Asegura que los procesos de producción, desarrollo y formulación son únicos con el fin de que los productos sean robustos y mantengan siempre el mismo nivel de eficacia. “Tenemos, por ejemplo, bactericidas que son igual o mejor que los antibióticos químicos. A diferencia de otras empresas que venden los controladores biológicos para condiciones de baja o leve incidencia de los patógenos, nosotros los vendemos para atacar problemas graves. No tenemos esa visión de producir insumos naturales para que sean inocuos, los tenemos para que maten patógenos. Entonces, más que producir bioinsumos naturales, inocuos y bonitos, son armas biológicas”.
Entre los principales objetivos de ataque está la Botrytis, comúnmente conocida como moho gris, representa una amenaza seria para numerosos cultivos y también la bacteria Pseudomonas que provoca el llamado cáncer bacteriano, una enfermedad devastadora.
Otro desafío importante son los hongos de madera, que infectan las heridas de las plantas tras la poda. Mediante el desarrollo de una aplicación basada en microorganismos provenientes de ambientes extremos, como los Campos de Hielo y la Antártica, han podido controlar eficientemente la plaga. ”Con ese producto nos ha ido súper bien, debemos tener unas 50 000 hectáreas en que se usa ese producto solo en Chile, y a eso hay que sumarle Perú y otros países más”, destaca.
La Dra. Leyla Cárdenas, Directora del Consorcio Sur-Subantártico Ci2030 indicó que “queremos realzar el caso de la empresa Bio Insumos Nativa, fundada por científicos que se formaron en la UTALCA y que hoy colaboran en continuar desarrollando soluciones para el control biológico, siendo una relación virtuosa entre las partes permitiendo transferir soluciones directas para las empresas y familias agrícolas que les permite resolver desafíos de alto impacto”. El Consorcio Ci2030 se enfoca en impulsar y visibilizar las soluciones innovadoras basadas en ciencia y tecnología que nacen desde las y los científicos regionales, cuyos impactos se perciben en sectores socioproductivos regionales pero que tienen un alcance global, como es el caso de la empresa Bio Insumos Nativa. “Acciones realizadas por el Dr. Donoso y su equipo, junto a los académicos e investigadores del Instituto de Ciencias Biológicas de UTALCA, muestran que la colaboración científica permite el desarrollo y transferencia de soluciones con una mirada holística, con valor agregado y que nace desde destacadas universidades regionales”, concluyó Cárdenas.
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